
Aquamid (también erroneamente llamado Acuamid) es un implante transparente inyectable compuesto por un 97.5% de agua, asociado a un 2.5% de polímero entrecruzado (poliacrilamida).
La elaboración de Aquamid se basa en la tecnología de "In-line Cross-Linking" o "entrecruzamiento en línea" que aporta una combinación exclusiva de elasticidad, viscosidad y alto contenido de agua.
Aquamid ha sido especialmente diseñado y formulado para la corrección del tejido blando facial: pliegues profundos, arrugas, nariz, mentón, aumento de los labios, moldeado de los contornos y otras correcciones faciales.
Aquamid (o Acuamid) es, por lo tanto, una solución para realizar correcciones estéticas duraderas, añadiendo agua al tejido. Con Aquamid los resultados obtenidos son inmediatos, naturales, proporcionando una gran satisfacción al paciente y no produce efectos secundarios.
Aquamid es un gel homogéneo sin micro partículas. No es reabsorbible, no es alergénico, es biocompatible, física y químicamente estable, resistente a la migración, no afecta al sistema inmunitario, muy elástico, con Ph neutro, y con marcaje CE desde 2001.
Aquamid se inyecta subcutáneamente de manera retrógrada manteniéndose en el punto de inyección y no se descompone con el paso del tiempo. Tras la inyección de Acuamid, una fina capa de tejido conectivo (una capa pseudoepitelial), rodea el gel, lo que permite a Aquamid convertirse en una parte flexible y estable del tejido conectivo, logrando así restaurar los contornos de la piel o aumentando la piel hasta el nivel deseado.
Aquamid ha sido usado exitosamente durante 14 años, y utilizado en más de 200.000 tratamientos.
Aquamid cuenta con certificación CE y es producido por Ferrosan-Contura, una empresa farmacéutica danesa, fundada en 1920.